La disfunción eréctil (DE), o impotencia, se refiere a la incapacidad de lograr o mantener una erección o rigidez del pene durante suficiente tiempo para poder tener relaciónes sexuales satisfactorias. Para mantener la erección, la sangre tiene que poder circular en el pene y permanecer en éste hasta el orgasmo.
Casi todos los hombres tienen problemas de erección ocasionales pero si éstos ocurren con frecuencia, la terapia médica puede ser de ayuda. En los Estados Unidos hay entre 15 y 30 millones de hombres que sufren de disfunción eréctil.
Ésta puede ocurrir a cualquier edad pero es más común en hombres mayores de 65 años. Setenta de cada 100 casos (70%) son causados por problemas físicos; 10 de cada 100 casos (10%) son causados por motivos emocionales; y de 10 a 20% tienen una combinación física y emocional.
¿Qué causa la disfunción eréctil?
Cualquier condición física o emocional que interfiera con el deseo sexual, el flujo de sangre o las señales neurológicas al pene puede causar la DE.
Las causas más comunes de la DE son las condiciones que afectan los vasos sanguíneos y la circulación de la sangre al pene, tales como el endurecimiento de las arterias (ateroesclerosis) asociado con la diabetes, el uso de tabaco, la presión arterial alta y el colesterol elevado. Otras causas comunes pueden incluir los medicamentos (por ejemplo, antidepresivos, pastillas para dormir y los que se usan para tratar la presión alta, el dolor o el cáncer de la próstata), el alcohol y las drogas ilegales. Otras causas menos comunes de la disfunción eréctil pueden incluir:
• Una pérdida del deseo sexual por causa de depresión, ansiedad, enfermedades cerebrales (un derrame, por ejemplo) y deficiencia de testosterona (la hormona sexual masculina).
• La esclerosis múltiple, lesiones de la columna vertebral, cirugía pélvica o trauma, o diabetes, la cual puede afectar los nervios e impedir que las señales del cerebro lleguen a los vasos sanguíneos del pene.
• Desequilibrios hormonales, tales como deficiencia de testosterona, o niveles altos de prolactina y niveles anormales de la hormona tiroidea.
• Enfermedades crónicas de los riñones o el hígado.
• Raramente, cicatrices en el pene que causan un encorvamiento severo del pene—llamado Enfermedad de Peyronie—que interfiere con las erecciones normales.
¿Cómo se diagnostica la disfunción eréctil?
Para determinar la causa, su médico le toma los antecedentes de cuándo comenzó a tener problemas de erección, los medicamentos que está tomando, lesiones que pudieran causar la DE, y todo cambio reciente físico o emocional en su vida. La evaluación también incluye un examen físico y una prueba para determinar el nivel de testosterona en la sangre. Según su historial médico, los resultados del examen físico y la prueba de testosterona, su médico puede también ordenar pruebas de la hormona luteinizante (HL) prolactina, del azúcar y el colesterol en ayunas, y también pruebas para determinar la función del hígado, los riñones y la tiroides. Aunque no es común, también es posible que su médico le ordene pruebas especiales para revisar la función neurológica, los vasos sanguíneos y la circulación.
¿Cómo se trata la disfunción eréctil?
El tratamiento depende de la causa y de la gravedad de su condición. Las opciones de tratamiento pueden incluir las siguientes:
• Medicamentos orales. Hay tres medicamentos disponibles—sildenafil, talafadil y vardenafil. Los tres actúan al aumentar el flujo de sangre en el pene durante la estimulación sexual.
• Terapias del pene. Son medicamentos que pueden ser inyectados en el pene o insertados en la uretra para aumentar el flujo de sangre. (Estos pueden tener resultado cuando no lo tienen los medicamentos orales.)
• Terapia de reemplazo de testosterona. Para los hombres que tienen una deficiencia de testosterona, ésta puede reemplazarse con inyecciones, pastillas, parches y jaleas.
• Dispositivo de vacío. Es un cilindro plástico externo y una bomba de vacío
Disfunción eréctil (DE)
que extrae la sangre hacia el pene y la mantiene en éste por medio de un aro alrededor de la base del pene.
• Cirugía. Los implantes en el pene se utilizan para los pocos pacientes en los que las otras terapias no tienen buenos resultado. Los implantes son caros, pueden producir infecciones y es posible que no funcionen con el tiempo. (La cirugía se utiliza raramente para corregir un bloqueo del flujo sanguíneo al pene. Los mejores candidatos para esta cirugía son hombres jóvenes que tienen un bloqueo limitado.)
• Terapia psicológica. Si la DE se debe a un problema emocional o en la relación con su pareja, su médico puede recomendarle a usted (y a su pareja) que visite a un terapeuta de sexo. Todas las opciones de tratamiento tienen riesgos. Es posible que se tengan que hacer varios intentos antes de encontrar el tratamiento acertado. Su médico trabajará con usted para encontrar la opción de tratamiento que más le conviene.
¿Qué debe hacer con esta información?
Si usted ha estado teniendo una disfunción eréctil durante más de dos meses, debe ver a un médico para determinar la causa. Un estilo de vida saludable—el cual incluye ejercicio en base regular, una buena nutrición, abstención del tabaco y limitación del alcohol—ayuda a prevenir algunas de las condiciones que causan la DE. Si su disfunción eréctil se debe a un desequilibrio hormonal, puede ser que tenga que consultar a un especialista, tal como un endocrinólogo.