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martes, 10 de mayo de 2016

Ovario poliquístico



El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es un trastorno que afecta, aproximadamente, entre un 5-10% de las mujeres en edad reproductiva. Este trastorno  se recogió por primera vez en la literatura médica moderna por Stein y Leventhal que, en 1935, describieron a siete mujeres obesas que presentaban amenorrea, hirsutismo y ovarios de tamaño aumentado que presentaban múltiples quistes [1]. El SOP conlleva un conjunto de desequilibrios endocrinos y metabólicos, dando como resultado una clínica que puede llegar a ser muy heterogénea según el caso que se esté manejando [2]. 
A pesar de que este trastorno es bien conocido, hoy en día las causas que promueven su aparición siguen siendo desconocidas [3]. Aún así, en la literatura científica algunas de las posibles causas que se nombran son las siguientes [2]: 
 Obesidad: la obesidad exacerba las anormalidades metabólicas y reproductivas, por lo que la ganancia de peso puede promocionar el fenotipo de SOP. Algunos artículos dicen que parece que hay una correlación positiva entre el IMC y el desarrollo de SOP, aunque no está muy claro ya que no hay una clara tendencia del aumento de casos de SOP que esté relacionada con el aumento de la obesidad.
Las mujeres obesas con SOP son más propensas a padecer resistencia a la insulina e hiperandrogenismo [4]. Por otro lado, la obesidad se relaciona con una función anormal del eje hipotálamo-pituitariaovario y se vana  producir una serie de mecanismos que favorecen el desarrollo del síndrome con efectos en el ovario (hiperandrogenismo y ovarios poliquísticos), efectos en el eje hipotálamo-hipófisis (secreción anormal de gonadotropinas) y otros efectos como la disminución de la producción de SHBG (Sex Hormone Binding Globulin) [5]. 
 Hiperplasia renal: en el cuerpo humano hay dos lugares donde se producen andrógenos, a saber, en el ovario y en el riñón. Cuando hay una hiperplasia renal ocurre que aumenta la producción de andrógenos por el organismo. Una concentración elevada de andrógenos tiene una serie de efectos entre los que se encuentra la hiperinsulinemia.
A su vez, el exceso de insulina en el plasma sanguíneo tiene efectos a distintos niveles como, por ejemplo, en el ovario provocando así la aparición de ovarios poliquísticos y toda la clínica del SOP [2]. 
 Programación metabólica: se piensa que el ambiente del útero materno durante la gestación (exposición excesiva a andrógenos), así como los factores de alimentación y de estilo de vida en edades tempranas, median la predisposición a padecer SOP. Lo que ocurre es que se producen modificaciones epigénicas del DNA que favorecen el desarrollo del SOP en la adolescencia. Estos estudios, hechos con animales de experimentación (ratas, ovejas y monos), son muy precoces por lo que aún queda mucho por investigar en este campo [6]. 
 Genética: un factor de riesgo para el SOP es la agregación familiar. Es decir, una mujer tendrá más posibilidades de padecer SOP si en su familiar hay otras mujeres que lo padecen.  Hoy en día se tiende a pensar, al igual que con otras muchas enfermedades, que la genética es la base de la enfermedad y, en realidad, parece que si no existe esta base genética sería complicado desarrollar SOP aunque la mujer sufriera obesidad. Esto explicaría por qué no todas las mujeres obesas sufren SOP y por qué no está clara la relación del aumento de la obesidad con la incidencia del Síndrome de Ovario Poliquístico [2, 6]. 
Dentro de la clínica se puede encontrar hiperandrogenismo, oligomenorrea o anovulación, resistencia a la insulina y/o hirsutismo [7]. Pero no todas las mujeres con SOP son iguales, es decir, que existe una variación interindividual en cuanto al fenotipo de la enfermedad que presentan, dependiendo de otros factores que puedan concurrir en la paciente [3]. 
Para finalizar hay que resaltar que a nivel dietético empiezan a surgir estudios de intervención nutricional en los que se aplican una serie de pautas, que es Necesario recogerlas para conocer qué líneas se están investigando a nivel nutricional y qué posibles vías de investigación futuras podrían surgir en el ámbito de la nutrición humana y la dietética aplicado a este trastorno. El objetivo del presente trabajo es hacer una puesta al día del SOP como problema de salud, así como de las medidas dietético-nutricionales aplicadas a este trastorno que se pueden encontrar en la literatura científica.  
2. Diagnóstico del Síndrome de Ovario Poliquístico. Para diagnosticar el SOP es necesario que la mujer en cuestión cumpla con una clínica en concreto [7]. Cuando el profesional quiere saber cuál es la clínica en concreto que tiene que presentar esa mujer se encuentra con un problema: existen varios criterios que no coinciden entre sí y que según qué criterio se escoja esa mujer puede ser diagnosticada de SOP o no.  
Por otro lado, como ya se ha explicado, no todas las mujeres presentan la misma clínica por lo que, quizá, esto podrían verse casos dudosos que no cumplirían con el criterio que hayamos elegido para diagnosticar SOP [7]. 
A continuación, se pasa a explicar los distintos criterios que se han encontrado para diagnosticar de Síndrome de Ovario Poliquístico, así como los síntomas que han de cumplirse y las diferencias que hay entre unos y otros. 
2.1. Criterios diagnósticos de Rotterdam   Se elaboraron por la European Society for Human Reproduction and Embryology junto con la American Society for Reproductive Medicine (ESHRE/ASRM) en Rotterdam en el año 2004. Son los criterios que se utilizan en España. Los criterios que se recogen son [7]: 
 Hiperandrogenismo con o sin clínica del mismo.
 Oligovulación o anovulación.
 Ovarios poliquísticos. 
No tienen que cumplirse los tres criterios para diagnosticar SOP, sino que con que se cumplan dos de los tres criterios sería suficiente para diagnosticar SOP. En concreto, con que exista oligovulación o anovulación y ovarios poliquísticos, ya se podría diagnosticar de SOP aunque no exista hiperandrogenia ni la clínica de la hiperandrogenia [7].  
 Hiperandrogenismo con o sin clínica.
 Disfunción menstrual (menstruaciones irregulares)  
Si no se cumplieran ambos criterios, no se podría diagnosticar de Síndrome de Ovario Poliquístico [7]. Por lo tanto, una diferencia importante con los criterios de Rotterdam es que, mientras que con los criterios de NIH/NICHD el caso ha de presentar hiperandrogenia con o sin clínica, con los criterios de Rotterdam no es necesario que lo presente para diagnosticar el síndrome, siempre que cumpla con los otros dos criterios que se han mencionado. 
2.3. Criterios diagnósticos de la Androgen Excess Society.
Es una organización internacional que se dedica al estudio de los trastornos relacionados con el exceso de andrógenos, donde se incluye el estudio del SOP. En el 2006 esta sociedad elaboró una guía donde se recogen los criterios que, según esta sociedad, debería usarse para definir y diagnosticar el Síndrome del Ovario Poliquístico. Según la Androgen Excess Society para poder diagnosticar el síndrome deben cumplirse los siguientes criterios [7]. 
 Hiperandrogenismo con o sin clínica.
 Disfunción ovárica y/u ovarios poliquísticos. 
Al igual que con los criterios de NIH/NICHD, se tienen que cumplir ambos criterios para poder diagnosticar el síndrome [7]. La diferencia con NIH/NICHD no menciona que la mujer ha de tener ovarios poliquísticos y la Androgen Excess Society sí que lo menciona. Por otro lado, según los criterios de Rotterdarm,  la mujer ha de presentar ovarios poliquísticos mientras que para la Androgen Excess Society no hace falta que la mujer tenga ovarios poliquísticos siempre que presente disfunción ovárica y además cumpla con el otro criterio [7]. 
Todos los criterios están resumidos en la Tabla I. Las tres instituciones tienen en común que, con estos criterios diagnósticos, pretenden diferenciar el SOP de otra enfermedad relacionada con el exceso de andrógenos como, por ejemplo, la hiperplasia renal [7].   

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