Preguntas que debe hacerle a su
médico
¿Cuál es la causa o causas de la infertilidad en mi
caso?
¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
¿Cuáles son los riesgos, beneficios y la tasa de
éxito de cada uno de estos tratamientos?
¿Debo consultar con un endocrinólogo especialista
en reproducción?
La infertilidad en el hombre
¿Qué es la
infertilidad masculina?
La infertilidad es
cuando una pareja sexualmente activa que no está usando anticonceptivos no
puede concebir después de haber estado tratando durante más de un año. Los
problemas masculinos afectan de 30 a 50 por ciento de las parejas infértiles.
¿Qué causa la
infertilidad masculina?
Hay muchos
problemas físicos y de salud que pueden producir infertilidad. En 30 a 40 por
ciento de los casos, el problema está en los testículos, que son las glándulas
que producen espermatozoides y testosterona (la principal hormona sexual
masculina). Las infecciones como paperas, tratamientos para el cáncer como
radiación o quimioterapia, lesiones o cirugías pueden producir daño en los
testículos.
El calor también
puede afectar la producción de espermatozoides. Además, puede causar daños si
uno o ambos testículos no descienden desde cerca del estómago (donde se
encuentran antes del nacimiento) al escroto (la bolsa de piel donde normalmente
están los testículos).
Muchos hombres
tienen venas agrandadas alrededor de los testículos (trastorno denominado
venasvárices o varicoceles). Estas venas elevan la temperatura en los
testículos. Si son muy grandes, las várices pueden causar una baja producción
de espermatozoides.
Ciertas
enfermedades heredadas (genéticas) pueden causar una deficiencia parcial o
total en la producción de espermatozoides o hacer que estos no puedan
desplazarse o fertilizar los óvulos de la mujer.
En aproximadamente
10 a 20 por ciento de los casos, el problema radica en una obstrucción de los
tubos llamados vas deferenspor donde viajan la esperma al pene.
Puede ser causada
por cicatrices debidas a una infección, una vasectomía (cirugía para cortar los
vas deferens para impedir el paso de la esperma) o fibrosis cística (una
enfermedad genética). El retroceso de la esperma hacia la vejiga, en vez de
avanzar hacia el pene, también puede causar la infertilidad.
En casos pocos
comunes, la infertilidad es resultado de una deficiencia hormonal. La hormona
luteinizante (HL) y la hormona estimulante del folículo (HEF) hacen que los
testículos produzcan testosterona y esperma.
La glándula
pituitaria, ubicada en el cerebro, produce estas hormonas. Cualquier trastorno
que reduzca los niveles de las hormonas HL y HEF, por ejemplo, un tumor
pituitario, puede resultar en una producción deficiente o falta de testosterona
y espermatozoides, y un bajo nivel de testosterona en la sangre.
En 30 a 40 por
ciento de los casos de infertilidad en hombres, no es posible determinar la
causa. Pero estos hombres generalmente presentan anormalidades en los
espermatozoides (por ejemplo, espermatozoides deformes, en baja cantidad o de
movimiento lento).
Otros problemas
pueden disminuir la fertilidad y producción de espermatozoides. Entre estos
están las enfermedades crónicas (de larga duración), un mal estado de salud en
general, la obesidad, ciertos medicamentos recetados y el consumo de drogas.
¿Cómo se evalúa la
infertilidad masculina?
Si después de
intentar concebir un año, usted y su pareja no logran hacerlo, ambos deben
consultar con especialistas en fertilidad. Un urólogo o endocrinólogo
especializado en reproducción puede ayudarlos a diagnosticar y tratar la
infertilidad.
Lo más probable es
que los médicos comiencen por averiguar su historia médica. Las preguntas
pueden abarcar su crecimiento y desarrollo desde la infancia, si ha tenido
infecciones, cirugías, enfermedades transmitidas sexualmente o daño a los
testículos, como también si ha estado expuesto a medicamentos o sustancias
químicas dañinas.
Su médico también
le hará un examen físico para determinar si hay indicios de un bajo nivel de
testosterona u otros trastornos que afecten la fertilidad (como testículos
pequeños o ausentes). También le hará un análisis del semen (generalmente más
de uno) para ver la cantidad, movimiento y forma de los espermatozoides. Los
análisis de sangre detectan deficiencias hormonales.
Además, su médico
también quizá le haga un ultrasonido transrectal. Esa ecografía detecta venas
agrandadas alrededor de los testículos, tumores o una obstrucción en los vas
deferens.
A su vez, su pareja
debe hacerse una evaluación de historia médica y chequeo médico total. Esto les
dará un cuadro completo de la capacidad de ambos para concebir.
¿Cómo se trata la
infertilidad masculina?
El tratamiento para
la infertilidad masculina depende de la causa.
Cirugía. La cirugía puede reparar el
sistema que permite el movimiento de la esperma. Es posible revertir la
vasectomía por cirugía en 85 por ciento de los casos, pero muchos hombres
siguen siendo infértiles aun después de eliminar la obstrucción.
El tratamiento de
otros tipos de obstrucción (como los que se deben a infecciones anteriores)
puede ser más difícil. La cirugía también puede reparar los varicoceles, pero
quizá no restaure la fertilidad. La cirugía de los varicoceles tiene mayores
probabilidades de restaurar la fertilidad si las venas son grandes o si la
reparación se hace antes de que haya algún daño a largo plazo.
Terapia hormonal. Si la causa es hormonal, el
tratamiento con inyecciones de hormonas (luteinizante y estimuladora de
folículos) generalmente tiene éxito. Sin embargo, es posible que se requiera un
año o más de terapia hormonal para obtener suficiente producción de esperma y
recuperar la fertilidad.
Técnicas de reproducción asistida. Otras
opciones para que una pareja logre concebir son las técnicas de reproducción
asistida.
Estos tratamientos
incluyen técnicas como recolectar esperma y colocarla en el útero, combinar
esperma con un óvulo fuera del cuerpo (fertilización in vitro) o inyectar
un solo espermatozoide en un óvulo (inyección intracitoplásmica de
espermatozoides).
Para aumentar las
posibilidades de un tratamiento exitoso, es bueno llevar un estilo de vida
sano. Haga ejercicio con frecuencia, tenga una dieta saludable y no fume ni
consuma drogas. Además, continúe el tratamiento de enfermedades crónicas.
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