1.- ACNÉ VULGAR
1.1. Introducción: El acné es uno de los padecimientos dermatológicos más frecuentes, es una enfermedad crónica de la piel que afecta a todos los seres humanos alguna vez entre los 12 y los 20 años de edad.
Las estadísticas varían en frecuencia oscila entre 20-25% en México. Afecta ligeramente más al sexo masculino, inicia poco después de los 10 años en la mujer y de los 12 en el hombre.
Predomina en la segunda década de la vida y disminuye en la tercera, en general desaparece antes de los 25 años. Su fisiopatología se debe a varios factores entre ellos la hipersecreción sebácea por la acción androgénica de las hormonas, el taponamiento del folículo piloso por material queratósico, irritación de la paredes foliculares por sebo y bacterias (principalmente Propionibacterium acnes) y por último se agrega un proceso inflamatorio donde participan el complemento y polimorfonucleares.
1.3. Elementos diagnósticos: Se presenta principalmente en la adolescencia. Se localiza a nivel de cara en frente, mejillas, nariz, regiones submaxilares; tronco en ambas caras y rara vez hombros y glúteos.
Se caracteriza por presentar seborrea, comedones abiertos y cerrados, papulas eritematosas de 1-2 mm, pústulas y abscesos de diferentes tamaños; en casos extremos pueden aparecer nodulos o quistes; además se presentan manchas eritematosas residuales y cicatrices deprimidas puntiformes o lineales, incluso pueden ser hipertróficas o queloides. Tiene una evolución crónica por brotes, con remisiones y exacerbaciones.
De acuerdo al tipo de lesión que predomine se puede clasificar al acné como comedónico, papuloso, pustuloso y conglobata.
1.4. Datos de laboratorio y gabinete específicos: El diagnóstico es clínico, sin embargo, se debe diferenciar de otros padecimientos acneiformes como: Rosácea, erupciones por medicamentos (corticoesteroides, vitamina B, isoniacida, halógenos, anticonceptivos, hidrocarburos), dermatitis perioral, tuberculides foliculares de la cara, acné del recién nacido.
1.5. Indicaciones terapéuticas:
1.5.1. Medicamentos de 1ª, 2ª y 3ª línea: Tiene como objetivo reducir la seborrea, evitar la formación de nuevos comedones, eliminar los ya formados, disminuir las lesiones inflamatorias y una vez controlado el cuadro disminuir o mejorar las secuelas (manchas y cicatrices), así como evitar o espaciar recaídas.
Medicamentos de 1ª línea: Es la elección en casos de acné leve. Se emplean medicamentos tópicos que se pueden dividir en 2 grupos: 1) Antibióticos y 2) sustancias exfoliantes, que se aplican por separado o en formulaciones combinadas; las presentaciones pueden ser en gel, solución, crema, espuma o toallas.
Actúan como antiseborreicos, bactericidas y queratolíticos. Dentro del primero se emplean clindamicina 1%, eritromicina 4% y nadifloxacino 1% con aplicación una o dos veces al día.
En el segundo grupo anteriormente se empleaban con mayor soluciones hidroalcohólicas con ácido salícilico (5-8%), resorcina (3%), licor de Hoffman (éter sulfúrico y alcohol), azufre (3%). Actualmente se cuenta con ácido retinoico (0.010%-0.100%), retinaldheído, peróxido de benzoilo (2.5-10%), ácido azelaico (20%), adapalene (0.01%) y ácido glicólico (6-8%). Es importante informales al paciente que pueden producir una exfoliación de la piel que en ocasiones llega a ser molesta.
Medicamentos de 2ª línea: Se emplean tratamientos sistémicos en casos de acné inflamatorio moderado o severo. Corresponden al uso de antibióticos que en general se emplean a dosis pequeñas pero por tiempo prolongado.
Los más usados son las tetraciclinas (250mg-1g/día) y derivados como la minociclina (50-100mg/día), limeciclina (150-600mg/día), doxiciclina (50-100mg/día) por su efecto sobre P. acnes; otros son el trimetoprim-sulfametoxazol, diamino difenil sulfona. En mujeres donde se demuestre alteraciones hormonales como ovarios poliquísticos deben controlarse con anticonceptivos con efecto antiandrógeno.
Medicamentos de 3ª línea: En casos de acné conglobata o acné que no responde a tratamientos convencionales se emplea retinoides oral derivados de la vitamina A, principalmente isotretinoína. Su mecanismo de acción es sobre la glándula sebácea y la hiperqueratosis folicular.
Se administra por vía oral a dosis de 0.5-1mg/kg de peso/día hasta alcanzar una dosis total de 120-150mg/kg de peso, que usualmente lleva entre 6-8 meses.
Es un medicamento que tiene muchos efectos colaterales como queilitis, xerostomía, xeroftalmía, xerosis, eritema facial, epistaxis, teratogenia, dislipidemias, etc., por lo que deben realizarse estudios de laboratorio antes, durante y al terminar el tratamiento para un adecuado control, así como las mujeres no deben embarazarse durante el tratamiento controlándose con un método anticonceptivo.
1.5.2. Medidas higiénicas y dietéticas: Son base fundamental para un mejor control del padecimiento. Se debe hacer hincapié en aseo de cara 2 veces al día con agua tibia y jabón de tocador (en ocasiones se pueden emplear jabones dermatológicos que ayuden a controlar la seborrea), sin tallado de la piel para no destruir las lesiones. Debido a que no se ha relacionado la alimentación con el acné los pacientes pueden ingerir una alimentación normal balanceada.
1.5.4. Educación y cuidados específicos: No aplicar cremas o maquillajes grasosos en la cara, evitar el empleo de mascarilla o remedios caseros. No debe de haber manipulación de las lesiones ya que pueden dejar mayor cantidad de manchas y cicatrices residuales. No deben de exponerse al sol sin protección mientras se encuentren con tratamientos exfoliantes. No ingerir vitaminas del complejo B, corticoesteroides y hormonales androgénicos que pueden empeorar el cuadro clínico.
1.5.5. Pronóstico: Es una enfermedad que desaparece con la edad, por lo que requiere tratamientos que controlen el padecimiento y limiten las secuelas, especialmente las cicatrices.
1.5.6. Prevención y manejo de las complicaciones: Con una adecuada educación del paciente y familiares sobre la etiología, el curso y los cuidados generales, específicamente el controlar los brotes y evitar la manipulación de las lesiones se puede disminuir de manera importante las cicatrices, que en ocasiones no se logran eliminar sino sólo atenuar.
1.5.7. Establecer criterios de curación, mejoría y alta: Una vez que se controlen las lesiones inflamatorias y obstructivas, se puede dar de alta al paciente con un tratamiento de mantenimiento que modifique los factores etiopatogénicos del acné, tales como la seborrea y la hiperqueratosis folicular.
1.5.8. Indicaciones de hospitalización: El manejo de estos pacientes es ambulatorio. Casos muy severos como el acné fulminans, los cuales son raros pudieran requerir de manejo intrahospitalario.
1.5.9. Referencia y contrarreferencia: Casos de acné relacionados con alteraciones hormonales pueden requerir valoración por el ginecólogo o endocrinólogo.
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